Programa:
1.- Cultura política de las democracias representativas
2.- Representación política y visualización de conflictos sociales
3.- Esfera pública, argumentación racional y puesta en escena
4.- Presencia, inmediatez y expresión de identidades políticas
5.- Violencia política y marcos de reconocimiento
6.- Instituciones democráticas y la reproducción de imaginarios políticos
La cultura política de las democracias contemporáneas es, ante todo, una cultura representativa. Este curso busca explorar las implicaciones de esta idea, así como las razones de su agotamiento en el mundo contemporáneo. La democracia experimenta una persistente crisis de legitimidad, que es básicamente una crisis de representación, y eso se asocia con el hecho de que las representaciones y los imaginarios de nuestras sociedades hiper-complejas se han vuelto cada vez más confusos e inmanejables.
Por tanto, este curso está centrado en recuperar las raíces teóricas de la cultura política de nuestras en sociedades democráticas. Se pregunta qué condiciones culturales, qué valores, qué modelos teóricos, qué modos de representación del individuo y la comunidad política. El enfoque del curso no es empírico. Por el contrario, lo que se propone es un recorrido filosófico por algunos grandes modelos de autorrepresentación del ciudadano y del pueblo desde la época de las grandes revoluciones democráticas.
El desarrollo de estos modos de estos modos de representación correrá en paralelo a grandes etapas de la estética contemporánea. A este respecto, el recorrido histórico toma como punto de partida inicial la clásica analogía establecida por Platón entre el ágora y el teatro, como espacio privilegiado para la puesta en escena de los más conflictos morales básicos que mantienen unida a la comunidad política, pero también, al mismo tiempo, para la formación de una cultura cívica compartida. Mostraré como, en oposición al modelo platónico, en los dos últimos siglos han ido formándose otras maneras diferentes de dar respuesta a esos mismos problemas, con ditintas maneras de entender la voluntad popular y su proyección institucional. Afirmaré que esas visiones contrapuestas tienen, en nuestros días, implicaciones ideológicas significativas.