En correspondencia con la organización de los contenidos de las actividades formativas, la evaluación se distribuye en dos bloques. La parte teórica se evalúa a través de un examen cuya calificación representa el 40% de la nota final. El otro 60% corresponde a la parte práctica de la asignatura, con prácticas individuales vinculadas a cada uno de los temas y, también un trabajo en grupo que se desarrollará a lo largo del cuatrimestre y se presentará al final del curso.