La clínica jurídica se basa en el aprendizaje-servicio o ApS.
En la clínica jurídica hay aprendizaje activo de los estudiantes de derecho, colaborando con las asociaciones, las fundaciones o las administraciones que apoyan a las personas o los colectivos desfavorecidos. Ese aprendizaje activo, colaborando con esas organizaciones, para prestar un servicio a la sociedad es ApS. El ApS implica un cambio radical respecto del método tradicional de la enseñanza universitaria. Supone aprender de forma activa y autónoma en escenarios reales, atendiendo alguna de las necesidades de determinados grupos sociales.
Las competencias que adquiere el estudiante en la clínica jurídica son:
Competencias básicas:
- Saber aplicar sus conocimientos a su trabajo o vocación de una forma profesional y poseer las competencias que suelen demostrarse por medio de la elaboración y defensa de argumentos y la resolución de problemas dentro de su área de estudio
- Tener la capacidad de reunir e interpretar datos relevantes (normalmente dentro de su área de estudio) para emitir juicios que incluyan una reflexión sobre temas relevantes de índole social, científica o ética.
- Transmitir información, ideas, problemas y soluciones a un público tanto especializado como no especializado.
Competencias generales:
- Adquirir destrezas en la búsqueda de información en diferentes fuentes y soportes.
- Obtener capacidad de organización, análisis y síntesis.
- Tener capacidad de expresión oral y escrita sobre materias específicas.
- Desarrollar una sensibilidad social.
- Adquirir un compromiso cívico, ético y deontológico.