La ciencia y la tecnología están conformando la sociedad presente.
El resultado es la emergencia de una nueva forma de instalarse el ser humano en el mundo y, en consecuencia, de un nuevo modelo de sociedad.
Estamos en un período de transición que denominamos de maneras distintas según el grado de compromiso que se quiera alcanzar: sociedad posindustrial, sociedad de la información, sociedad tecnológica, sociedad digital¿
Una transición que desemboca en lo que ya se anuncia como sociedad del conocimiento.
La asignatura estudia, pues, un proceso de cambio, de cambio profundo que se está viviendo, y que, consecuentemente, no ha concluido. Esto exige una visión dinámica del estudio y no una fotografía del momento actual.
La asignatura debe proporcionar entonces al alumno capacidad para:
- Observar y valorar la presencia de la ciencia y de la tecnología en el mundo de hoy y su proximidad en todos los niveles de la vida social.
- Percibir los procesos de cambio a que están sometidas la distintas actividades en la sociedad y, desde luego, las personas.
- Reflexionar sobre conceptos indispensables para entender el cambio, como son los de crisis, innovación, riesgo, obsolescencia, incertidumbre, desajuste¿ Y asimilarlos para su uso como instrumentos para el análisis de situaciones del mundo de hoy.
- Practicar una visión dinámica de los fenómenos sociales, por actuales que sean, que lleva a analizarlos teniendo en cuenta que han tenido un proceso de evolución hasta el momento y que el porvenir está presente en forma de desajustes, de problemas que serán generadores de acontecimientos futuros.
- Representar un escenario inmediato distinto al actual en el que el conocimiento constituya la principal riqueza de una sociedad y el principal reorganizador de sus estructuras. Y a la vez el generador de nuevas desigualdades y dependencias entre las poblaciones.
- Abrirse a la transdisciplinariedad como forma de asaltar las situaciones de las sociedades complejas.
- Entender que las transiciones son siempre difusas tanto en sus manifestaciones como en sus fronteras, y desarrollar así una práctica de análisis de los cambios distinta a la compartimentación.
Estas capacidades proporcionan además unas competencias provechosas no sólo para la formación intelectual que se necesita para comprender el mundo de hoy, sino para la actividad profesional, sea cual sea ésta, pues dispone para entender el cambio, la innovación permanente, el papel del conocimiento¿ y prepararse así para unos retos que tendrá toda profesión.