El estudio de las prácticas artísticas y discursivas, en especial las artes escénicas, revelan la complejidad con la que se articulan los imaginarios sociales a través de la representación. El actor, la voz, la palabra, la música, el espacio, la iluminación, la escenografía o el video -por mencionar algunas de las disciplinas artísticas que dialogan en el hecho teatral o cinematográfico- contribuyen a construir un pensamiento donde el cuerpo y el espacio son fundamentales. La palabra en relación con la imagen crea una retórica particular que afecta a la percepción que el espectador tiene del mundo, de ahí que las diferentes representaciones artísticas, o los diferentes tratados o poéticas que se han sucedido a lo largo de la historia persigan, no solo modificar el arte, sino también construir una cosmovisión que responda a códigos éticos, morales, políticos, identitarios o claramente desafiantes hacia la norma establecida. Asimismo, la recepción del espectador también juega un papel decisivo a la hora de reconfigurar estas nuevas formas de comprensión y de cuestionamiento de la realidad. Arte y política están intrínsecamente vinculados a través de la distribución de lo visible y lo decible, modifican las estructuras de poder y proponen nuevas formas de subjetividad y comunidad.
PROGRAMA
1- El análisis dramatúrgico.
2- Los elementos de la representación.
3- Desplazamiento e intercambio cultural: palimpsestos.
4- La recepción del espectador.
Este programa sigue una serie de lecturas dramáticas obligatorias cuya relación se proporcionará en aula global al inicio del curso.