Los discursos normativos tienden a proponer esquemas conservadores en la lengua en diferentes situaciones. No los emiten solo ni primordialmente las academias, sino quienes tienen poder en ciertas instancias. La familia, por ejemplo, emite constantemente discursos normativos: cuestiones que deben decirse en la mesa y cuestiones que no se deben nombrar, palabras que no conviene decir en público, etc. Los diferentes grupos e instituciones que organizan la vida social emiten discursos normativos: cosas que pueden nombrarse en discursos públicos y cosas que no pueden nombrarse, maneras de nombrar en público, maneras de dirigirse a personas, qué variedades lingüísticas se pueden o no usar, cómo y en qué contextos, etc.
La ecología lingüística trata de dar cuenta de las condiciones en las que el funcionamiento de los mecanismos lingüísticos es forzado por ciertos grupos, que imponen esquemas organizativos semánticos, fonéticos o sintácticos en favor de sus propios intereses. Es decir, se plantea el uso real de la lengua en diferentes condiciones sociológicas por diferentes actores que la manejan como instrumento de sus intereses. Se presenta el equilibrio normativo frente a la ruptura de la norma y se estudia la relación entre todos los discursos normativos y el uso social de la lengua que condiciona su estabilidad y evolución.
Actualmente se debate si son de utilidad los discursos normativos de academias, institutos de opinión y otros centros de poder social destinados a controlar la lengua frente a los discursos normativos de los grupos sociales y, sobre todo, los más poderosos e influyentes de los medios, de la propaganda empresarial y política. Un ejemplo es el caso de los anglicismos: muchos autores levantan su voz contra lo que consideran una plaga; otros consideran que el propio sistema dispone de una cierta capacidad autorreguladora y que ningún discurso normativo podrá regular la entrada de anglicismos en el español.
La ecología lingüística se preocupa también de la salud de las lenguas. Esta no solo depende de las expresiones concretas de los hablantes, sino de los medios institucionales y físicos en los que se apoya en este mundo globalizado. En este sentido, conviene plantear la difusión del español en los medios, la geografía del español, el uso del español en organismos internacionales, su historia, la situación de su enseñanza en países no hispanohablantes, y también su convivencia con otras variedades lingüísticas.
El programa que configura la asignatura es el siguiente:
TEMA 1. La construcción de la norma y de las normas
1.1. Introducción
1.2. La Real Academia Española y la creación de la norma del español. El manejo de la variación. La lengua literaria como espejo
1.3. Ejemplo de discurso normativo
1.4. La situación de las distintas lenguas ante la norma
1.5. La difusión del español:
1.5.1. El español en los medios de comunicación tradicionales
1.5.2. Los nuevos medios de comunicación
1.5.3. Un ejemplo: el lenguaje del chat
1.5.4. El lenguaje de la publicidad
TEMA 2. Ecología de las lenguas
2.1. Introducción
2.2. Sostenibilidad lingüística
2.3. Sustitución y extinción de lenguas
2.4. Lenguas en contacto. Pidgins y lenguas criollas
2.5. Neología. Los anglicismos
2.6. El spanglish
TEMA 3. El discurso académico
3.1. Características lingüísticas de los textos académicos
3.2. Los géneros académicos
TEMA 4. Política lingüística
4.1. Política y planificación lingüística
4.2. Corrección política y discurso público. El eufemismo administrativo
TEMA 5. Sexismo lingüístico
5.1. Sexismo y lenguaje
5.2. El masculino genérico
5.3. Acepciones sexistas de algunos vocablos del español
TEMA 6. Eufemismo y disfemismo
6.1. La manipulación del referente: eufemismo y disfemismo
6.1.1. Tabú e interdicción
6.1.2. El eufemismo
6.1.3. El disfemismo. El insulto
6.2. Las estrategias de la descortesía en los medios de comunicación
6.3. La hostilidad verbal en las redes sociales: la ciberhabla; la netiqueta.