La asignatura tiene como objetivo analizar la cultura como construcción ética y, subsidiariamente, la ética como producción cultural. La práctica y las
teorizaciones de la cultura son, en realidad, modos de manejar conceptos centrales de la tradición ética, entendiendo por tal no sólo la filosofía moral,
sino también lo que se llamó ciencias morales, así como la reflexión ética implícita en la literatura y el arte, en el ensayo, en el psicoanálisis, en el marxismo
o en la experiencia religiosa. Hay una afinidad electiva importante entre los términos ¿cultura¿ y ¿valor¿ que conviene explorar con el mayor
cuidado, y esto es, en gran parte, lo que la asignatura ofrece. No hay concepto moral que no tenga su contrapartida en lo cultural, de manera que un
riguroso análisis ético de la cultura termina equivaliendo al trazado de un mapa muy exacto de las prácticas culturales. Además de una comprensión
de lo anterior, el alumno/-a adquirirá pericia en el planteamiento y discusión de los dilemas morales que constantemente aparecen en los distintos modos
y niveles de la práctica cultural.
1. Modelos éticos de la cultura: hábito, norma, malestar, deuda, disciplina, exceso, transgresión
2. La crítica cultural, otro nombre de la ética
3. La cultura como producción de valor y como repertorio de valores
4. La cultura y el mal: documentos de cultura y documentos de barbarie
5. La responsabilidad ética de la producción cultural
6. Críticos, teóricos, espectadores, académicos, intrusos, consumidores e intérpretes: una ética de la recepción cultural
7. Desplazados, excluidos, disidentes y proscritos: una ética de la resistencia cultural
8. Ignorantes, iletrados, indocumentados y filisteos: una ética de la exclusión y el rechazo cultural